¿Cuál es tu tipo de piel?
Saber cuál es nuestro tipo de piel, es el primer paso. Para pieles secas, optaríamos por una base de maquillaje en crema. Si por el contrario tu piel es normal o mixta, tendrás que elegir una base de maquillaje con una textura fluida que te aporte una sensación ultraligera y un brillo sutil. Además, es importante elegir una base de maquillaje con factor de protección, porque además de llevar una piel con un tono ideal ,también es importante protegerla. Para aprender a elegir un buen protectar solar, lée AQUÍ.
¿Tono ideal?
Una vez que sabemos cuál es nuestro tipo de piel, tenemos que escoger el tono ideal. Para ello, recomiendo probar la base de maquillaje en el rostro y cuello. Tener dos bases de maquillaje, una más clara y otra más oscura, es lo ideal para obtener un acabado armonioso con dimensión. Además porque a lo largo del año vamos cambiando tono en dependencia de cuanto sol tomamos y así las podremos mezclar. 😉
¿Cómo aplicar la base de maquillaje?
Una vez elegida la textura y tono ideal, prepararemos la piel antes de aplicar la base de maquillaje. Sobre una piel limpia e hidratada el maquillaje lucirá mejor. Si quieres saber más sobre qué cremas nutren e hidratan realmente la piel, puedes profundizar AQUÍ.
Aplicamos la base desde el centro del rostro hacia fuera y por último, con una base o corrector de un tono más claro vamos a iluminar, mientras con un tono más oscuro daremos profundidad. Existen también productos específicos para realizar el perfilado (así se llama esta técnica), pero les menciono la base y corrector, porque también se puede lograr un buen resultado usando lo que ya tenemos sin incurrir en más gastos.
En cuanto al cuello, yo prefiero integrar el maquillaje de la cara usando un poco de polvos sueltos, porque las bases de maquillaje tienden a ensuciar la ropa…
Aquí les comparto un video donde profundizo más. Disfruten 😉